Política y economía

Proyecto conjunto de EE.UU. y Japón para producir mejores biocombustibles
http://news.ucdavis.edu/search/news_detail.lasso?id=10082

La Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU. y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón han financiado una nueva iniciativa sobre biocombustibles que se desarrollará en la Universidad de California-Davis y en la Universidad de Tokio. La investigación, que tiene un presupuesto de 12 millones de dólares, estudiará en profundidad diversos metabolitos producidos por las algas que pueden facilitar avances radicales para incrementar la producción de biocombustibles y reducir el consumo de pesticidas. «Estas subvenciones y esta colaboración mutuamente beneficiosa entre la UC Davis y la Universidad de Tokio servirán para impulsar la innovación en el campo de los biocombustibles durante años», afirmó el Congresista Mike Thompson (Demócrata, por California). «Los biocombustibles no sólo son buenos para nuestro medio ambiente, sino que además reducen nuestra dependencia del petróleo extranjero y contribuyen a nuestra economía impulsando el empleo en empresas verdes».

Materias primas

El cáñamo sunn, potencial biocombustible
http://www.ars.usda.gov/is/pr/2012/120103.htm

En su búsqueda de fuentes de energía renovables, los científicos del Departamento de Agricultura de EE.UU. han descubierto que la legumbre tropical conocida como cáñamo sunn o cáñamo de Bengala (Crotalaria juncea) puede utilizarse para obtener materia prima lignocelulósica. Este cultivo de rápido crecimiento puede utilizarse en rotaciones de cultivos con un gran rendimiento de producción de biomasa. En un ensayo de 2004, se comparó el contenido energético del cáñamo sunn con el del caupí (Vigna unguiculata ) y se observó que el primero tiene más poder calorífico superior (pcs) que el pasto aguja (Panicum virgatum), el pasto de las Bermudas (Cynodon dactylon), el alpiste rosado (Phalaris arundinacea) y la alfalfa (Medicago sativa). El cáñamo sunn tiene un rendimiento de 4,5 toneladas de biomasa por acre, que equivalen a la producción de 82,4 gigajulios o la energía que contienen 620 galones de gasolina. En el ensayo de 2004 y en el de 2006, el pcs del cáñamo sunn fue entre un 4 % y un 5 % mayor que el del caupí.


Ingeniería metabólica de la testa de las semillas de soja
http://www.springerlink.com/content/yv37603164576k76/

La soja (Glycine max) es un importante cultivo oleaginoso y alimentario cuya producción mundial asciende a unos 255 millones de toneladas métricas, según el Departamento de Agricultura de EE.UU. Dado que las plantas pueden manipularse para obtener proteínas que contribuyan a incrementar la producción de sustancias bioquímicas, la testa de la semilla de soja puede convertirse en una «fitofactoría» para producir compuestos importantes. El científico J.A. Schnell y sus colegas de la Agencia Canadiense de Inspección de los Alimentos han desarrollado soja transgénica mediante bombardeo con partículas. Han insertado los genes phbA, phbB y phbC de la bacteria Ralstonia eutropha. También han realizado un ensayo de producción de polihidroxibutirato bioquímico (PHB) en la soja transgénica. Los resultados demuestran que se produce PHB a razón de un 0,12 % del peso seco de la testa, con valores individuales de hasta un 0,36 %. Estos valores implican que es posible manipular metabólicamente la testa de la semilla de soja.


GrassRoots investiga plantas aptas para la producción de biocombustibles
http://nclcv.org/news/environmental/
http://www.grassrootsbio.com/

GrassRoots Biotechnology en Carolina del Norte (EE.UU.) realiza actualmente investigaciones tecnológicas destinadas a reforzar la industria de los combustibles con mejores cultivos. El equipo de científicos encabezado por Philip Benfey utiliza métodos de investigación patentados para encontrar maneras de mejorar las plantas útiles para la producción de biocombustibles, como el Panicum virgatum. Han utilizado las plataformas tecnológicas conocidas como RootArray y Root Imaging, que son útiles para analizar la regulación de los genes de las plantas, entender el funcionamiento de los genes e identificar eventos importantes en las raíces. «Con esta investigación, miramos al futuro», señaló Benfey, quien es además Profesor de Genómica en el Instituto de Política Genómica y Científica de la Universidad de Duke. «Durante los cinco o seis últimos años, el encarecimiento del petróleo ha hecho que aumentase el interés en el concepto de los biocombustibles. Existe la oportunidad de aprovechar comercialmente los descubrimientos que hemos realizado en el laboratorio».

Noticias y tendencias

Los científicos manipulan la fotosíntesis para obtener mejores biocombustibles
http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=tweaking-photosynthesis

Durante muchos años, los científicos han buscado los procedimientos más adecuados para producir biocombustibles. En esta búsqueda, el principal problema es que las plantas sólo pueden transformar entre el 1 % y el 3 % de la luz solar en carbohidratos, por lo que hace falta mucha tierra para cultivar el maíz utilizado para producir etanol. Pero podría haber otra forma de producir biocombustibles aprovechando al máximo las ventajas de la planta, como su capacidad para absorber dióxido de carbono directamente de la atmósfera y su capacidad para repararse a sí misma. Con este fin, la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados para la Energía (ARPA-e) ha financiado 10 proyectos de producción de biocombustible por ingeniería genética. La subvención de mayor cuantía se otorgó a la Universidad de Florida para desarrollar pinos que produjeran más cantidad de turpentina, un combustible potencial. El programa de electrocombustibles de ARPA-e también tiene por objeto inducir a los microbios a construir hojas artificiales que utilicen la electricidad generada por células solares para descomponer el agua en oxígeno e hidrógeno para utilizarlo como combustible. Otro programa parecido denominado PETRO (acrónimo de «plantas modificadas para sustituir al petróleo», en inglés) trata también de resolver el problema de la disminución de los recursos hídricos para la agricultura.


Un proyecto de investigación trata de adaptar la planta de la patata a la producción energética
http://www.jki.bund.de/no_cache/de/startseite/presse/pi-12-detail/Pressemitteilung/forschungsprojekt-moechte-die-kartoffel-als-energiepflanze-fit-machen.html

La patata es el cuarto cultivo alimentario del mundo y materia prima de las industrias de papel y plástico. Actualmente se estudia utilizar la patata como sustrato para la producción de energía en plantas de biogás, con el fin de reducir la dependencia del maíz en la producción de biocombustibles. Los estudios iniciales del Dr. Thilo Harmmann del Instituto Julius Kuhn (JKI) demuestran que unas variedades de patata optimizadas pueden competir con el maíz y con otros sustratos y obtener el máximo rendimiento de producción de carbohidratos para biocombustibles. En consecuencia, el JKI, el Instituto de Fitogenética e Investigación Agrícola de Leibniz (IPK) y una empresa dedicada al cultivo de la patata desarrollarán un proyecto trienal financiado por la Agencia de Recursos Renovables (FNR) con el fin de mejorar las patatas para la producción de fécula y transformarlas en recursos energéticos renovables competitivos. Como actividad previa, se está llevando a cabo un estudio de asociaciones genéticas para desarrollar marcadores moleculares que permitan seleccionar una resistencia duradera a la Phytophthora infestans y un elevado contenido en almidón.


Mejores plantas herbáceas para producir alimento y combustible
http://www.bbsrc.ac.uk/news/industrial-biotechnology/2012/120117-pr-breeding-grasses-for-food-fuel.aspx

Los investigadores del Consejo de Investigaciones Biológicas y Biotecnológicas (BBSRC) han descubierto que es posible desarrollar plantas que sirvan al mismo tiempo como fuente de alimento y como fuente de energía. En un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), explican el descubrimiento de una familia de genes denominada Gt61, que regula el desarrollo de las partes fibrosas y leñosas de las plantas herbáceas. «Lo que esperamos hacer con esta investigación es producir variedades de plantas cuyas partes leñosas permitan obtener energía mucho más fácilmente, sin que la estructura de la planta resulte comprometida. Creemos que una forma de hacerlo podría ser modificar los genes que intervienen en la formación de la molécula xilano, que es un componente estructural crucial de las plantas», señala el Profesor Dupree de la Universidad de Cambridge, coautor del artículo. El gen Gt61 de las plantas herbáceas se introdujo en la Arabidopsis para producir una forma herbácea del xilano. En otro estudio, se silenció este gen en el grano de trigo. Tanto la Arabidopsis como el grano de trigo parecían normales pese a la modificación del xilano. Estos resultados abren la posibilidad de desarrollar plantas suficientemente fuertes para crecer, prosperar y producir alimento, y que sirvan al mismo tiempo como materia prima para la producción de biocombustible.