Política y economía

Informes y perspectivas de materias primas biocombustibles de segunda generación
http://www.frost.com/prod/servlet/press-release.pag?docid=163689393

Frost and Sullivan (una empresa de servicios de información de gestión) ha publicado recientemente un análisis de las perspectivas actuales y futuras de las materias primas biocombustibles de segunda generación, que son las derivadas de fuentes no alimentarias. Las materias primas de segunda generación más conocidas son: (a) la biomasa celulósica (como los residuos agrícolas, las hierbas y los árboles de rápido crecimiento) para el etanol, y (b) la jatrofa, la camelina y las algas para el biodiésel. En el informe se plantean, entre otras, las siguientes conclusiones: (1) casi todas las tecnologías de producción de biocombustibles de segunda generación están en las «fases finales de comercialización», y podrían ser realidad en un plazo de dos años, (2) aunque no faltarán materias primas para los biocombustibles de segunda generación, la accesibilidad a dichas materias primas o biomasa será el factor «catalizador de la viabilidad comercial a largo plazo de los biocombustibles de segunda generación», (3) se cree que las algas serán un mercado alternativo potencialmente lucrativo para los combustibles del futuro, (4) Japón ha obtenido buenos resultados de sus ensayos con biocombustibles a base de camelina, jatrofa y algas, (5) «las políticas y los objetivos a largo plazo que han establecido la Unión Europea y Estados Unidos en relación con los combustibles renovables serán de gran ayuda para la consolidación de los biocombustibles de segunda generación»; estos países contribuirán a asegurar el éxito comercial de esta segunda generación de biocombustibles hasta 2020. En la web de Frost and Sullivan (véase la URL citada) se indica cómo obtener un ejemplar del informe completo.

Procesos y producción

Un nuevo laboratorio de biocombustibles convierte las pacas en barriles
http://www.news.cornell.edu/stories/April09/biofuels.lab.tb.html

En Cornell, se ha construido recientemente un nuevo laboratorio de investigación de biocombustibles con una inversión de 6 millones de dólares. Este centro de más de 1.000 metros cuadrados se está utilizando para analizar la sostenibilidad y economía de la producción de biocombustibles. «En una misma instalación, podemos hacer todo lo necesario para fabricar biocombustible», afirma Larry Walker, director del Instituto de Excelencia Northeast Sun Grant de la Universidad de Cornell. «Otras escuelas cuentan con partes del proceso o se especializan en pretratamiento, conversión química o análisis celular. En este laboratorio, podemos hacerlo todo». El etanol celulósico obtenido de cultivos no alimentarios como el Panicum virgatum, el sorgo y el sauce no afecta a los precios de los alimentos. Las materias primas que se utilizan en el laboratorio de biocombustibles son capaces de prosperar en suelos marginales que de otro modo no se utilizarían. Por lo tanto, el etanol celulósico es más prometedor a largo plazo que el etanol de maíz. Walker no tiene ninguna duda de que ya existe la tecnología para convertir una paca de Panicum virgatum en un barril de biocombustible. Sin embargo, señala que el reto radica en producir el combustible de manera eficiente, que sea rentable para productores y consumidores y sostenible.

Materias primas

Residuos de olivo para producir energía biomásica
http://www.worldofrenewables.com/index.php?s=843148a95ce560459593d2407e431613&do=viewarticle&artid=3154&title=olive-biomass-as-energy-source

La poda de olivos genera unas 700.000 toneladas de residuos biomásicos en una plantación de Jaén (España). Los residuos biomásicos son principalmente las ramas y las hojas podadas de los olivos. La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Jaén cree que son un recurso para producir electricidad. La cooperativa estudia maneras de obtener beneficios económicos de dicho recurso. Para utilizar la biomasa de los olivares en la producción de energía eléctrica puede ser necesario un proceso de combustión directa en una planta de transformación. El estudio de la UPA demuestra que sería «rentable cortar y recoger los residuos de la poda de los olivares y transportarlos a la planta de transformación» a un coste de 50 euros por tonelada. A fin de reducir el coste de transporte de la biomasa a la planta transformadora que está a 30 kilómetros de distancia, se estudia utilizar las cooperativas agrarias como centros de recogida de la biomasa, organización y logística en cada distrito. También se estudia la construcción de plantas de transformación adicionales y situadas estratégicamente.

Noticias y tendencias

Los científicos utilizan bacterias endofíticas para un cultivo sostenible de álamos para producir biocombustibles
http://www.bnl.gov/bnlweb/pubaf/pr/PR_display.asp?prID=874

Los álamos son uno de los árboles de rápido crecimiento que pueden utilizarse como materia prima en la producción de etanol celulósico. Como ocurre con otras materias primas potenciales para biocombustibles, se están estudiando estrategias de cultivo sostenible. Una de estas estrategias «sostenibles» es la utilización de suelos marginales para cultivar estas materias primas y se dedica un intenso esfuerzo de investigación a incrementar su capacidad para prosperar en este tipo de suelos. Recientemente, científicos del Laboratorio Nacional de Brookhaven del Departamento de Energía de Estados Unidos (US-DOE) y sus colegas de la Universidad de Hasselt (Bélgica) han identificado «microbios asociados a las plantas que pueden mejorar su crecimiento en suelos marginales». Se trata de ciertas «bacterias endofíticas» (bacterias residentes en plantas huésped que no causan síntomas de enfermedad) de álamo y sauce que tienen efectos beneficiosos para el crecimiento de la planta. Los esquejes de álamo inoculados con Enterobacter sp. 638 y Burkholderia cepacia BU72, muestran repetidamente un incremento máximo de producción de biomasa de hasta un 50 %. Se considera que un mecanismo posible es la producción de fitohormonas promotoras del crecimiento por medio de bacterias endofíticas que estimulan el crecimiento del álamo en suelos marginales. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Applied and Environmental Microbiology. Las investigaciones continúan con el objetivo de mejorar la producción biomásica y el potencial de secuestro de carbono de los álamos cultivados en suelos marginales.


Nanoagricultura: una nueva manera de obtener aceite de algas para producir biodiésel
http://www.ameslab.gov/final/News/2009rel/Nanofarming.html

El Laboratorio Ames del Departamento de Energía de Estados Unidos (US-DOE) comunica que sus científicos (junto con sus colegas de la Universidad del Estado de Iowa) han desarrollado «una revolucionaria tecnología "nanoagrícola" para obtener aceite de algas por un procedimiento seguro que permite a este "cultivo" de estanque mantener la producción». Esta tecnología utiliza nanopartículas (partículas a escala nanométrica, es decir, de una milmillonésima parte de un metro) para extraer el aceite de las algas, sin destruir la viabilidad de éstas. El método convencional de extracción de aceite de algas suele conllevar la destrucción o disgregación de las células vegetales. Con esta nueva tecnología «nanoagrícola», las algas cultivadas en el estanque no se destruyen y las células vegetales siguen produciendo el aceite durante el proceso de extracción por nanopartículas. De este modo se reduciría el coste de producción. El aceite extraído se convierte después a biodiésel por medio de un proceso que utiliza un catalizador sólido.